La escultura griega alcanzó el ideal de la belleza artística hasta donde pudo llegar por si solo el ingenio humano. Aunque Grecia floreció en todas las Bellas artes, ninguna le distingue tanto como la escultura.
PERÍODO CLÁSICO.
El tercer período señala el apogeo de la escultura, siendo Fidias el héroe que a mediados del siglo V aC la llevó a su esplendor. Pero antes forman una especie de transición los escultores Cálamis y Mirón los cuales vencen la rigidez del anterior periodo dando a las figuras delicadeza y gracia el primero y expresión de movimiento el segundo. Fidias, condiscípulo de Mirón en la escuela de Agéladas (de Argos), se celebra como escultor de los dioses pues nadie como él en el mundo antiguo supo dar a sus creaciones artísticas actitud noble y serena y sello de lo divino sin que le hiciera falta para ello el simbolismo. Obras suyas fueron entre otras:
* las estatuas criselefantinas (de oro y marfil) y la estatua de Zeus (Júpiter) para el templo de Olimpia.
* las estatuas de Atenea o Minerva para el Partenón de Atenas. Esta estatua se dice que medía unos doce metros sobre su pedestal.
* las esculturas que adornaban los tímpanos y frisos de este segundo templo
Contemporáneo y condiscípulo de Fidias fue Plicleto que en su tiempo alcanzó tanta fama como él, notable por la corrección en el dibujo, finura en los detalles y expresión noble de la fuerza y forma humanas, en contraposición al tipo sobrehumano de Fidias. Ambos artistas se consideran como genios superiores de la escultura. Policleto fijó el canon escultórico, modificado después por Eufranor y Lisipo y representa con Mirón el progreso de la escuela argivo-sicione o dórica de Canaco y Agéladas, siendo obras suyas varios atletas y la famosa Amazona presente en los Museos Vaticanos.
Los imitadores de Fidias constituyen la escuela llamada de tradición ática o jónica en la cual brillan Agorácrito, Alcámenes y Peonio. Se cuentan entre las mejores obras de la escuela las siguientes:
* las estatuas de Atenea o Minerva para el Partenón de Atenas. Esta estatua se dice que medía unos doce metros sobre su pedestal.
* las esculturas que adornaban los tímpanos y frisos de este segundo templo
Contemporáneo y condiscípulo de Fidias fue Plicleto que en su tiempo alcanzó tanta fama como él, notable por la corrección en el dibujo, finura en los detalles y expresión noble de la fuerza y forma humanas, en contraposición al tipo sobrehumano de Fidias. Ambos artistas se consideran como genios superiores de la escultura. Policleto fijó el canon escultórico, modificado después por Eufranor y Lisipo y representa con Mirón el progreso de la escuela argivo-sicione o dórica de Canaco y Agéladas, siendo obras suyas varios atletas y la famosa Amazona presente en los Museos Vaticanos.
Los imitadores de Fidias constituyen la escuela llamada de tradición ática o jónica en la cual brillan Agorácrito, Alcámenes y Peonio. Se cuentan entre las mejores obras de la escuela las siguientes:
- Las cariátides del Erecteión.
- Los relieves del templo de la Victoria Áptera.
- Las estatuas del frontón del templo de Olimpia.
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